En el Taller DIMA realizamos cambio de pastillas y discos de frenos a todos los vehículos
Uno de los equipos de seguridad más importantes de un vehículo es el sistema de frenado. Un sistema de frenado debe tener todas sus piezas y mecanismos en perfecto funcionamiento, ya que si alguna de ellas se encuentra en mal estado o desgastada el sistema de frenado no funcionará de manera correcta en su conjunto.
Los conductores siempre confían en que su sistema de frenado funcione de manera correcta al 100%, pero solo perciben lo que ocurre cuando se pisa el pedal de freno. Pero este puede no funcionar en su totalidad, por lo que ante una situación de peligro (frenado brusco, un niño que cruza la calle de repente…) es fundamental tenerlo en buen estado.
No son visibles, lo que hace que sea más difícil de controlar su desgaste, pudiendo provocar un cambio en el estilo de conducir del conductor, ya que poco a poco puede adaptar este estilo a la pérdida de eficacia de los amortiguadores.
Además, los amortiguadores desgastados provocan otros efectos en el vehículo y a la hora de conducir. Por un lado, acelera el desgaste de los muelles de suspensión, el diferencial, los neumáticos… Y por otro lado, a la hora de conducir puede aumentar la distancia de frenado, el aquaplaning, el desplazamiento en caso de viento o cruce de un camión.
Se aconseja una primera revisión a los 50.000 kilómetros aproximadamente, y a partir de aquí, revisarlos cada 20.000 kilómetros. En el Taller DIMA nuestros especialistas te informarán sin compromiso de su estado y del momento en que tiene que ser sustituidos.
Para que el sistema de frenado se encuentre en correcto funcionamiento, es básico seguir los siguientes consejos: